LAS VEGAS, Nevada.- En un final inesperado, de villanos, pero en donde imperó la justicia, Floyd Mayweather aplicó un brutal nocaut en cuatro asaltos al chicano Víctor "Vicious" Ortiz, y se adueñó del campeonato mundial welter del WBC ante un llenazo en el Hotel MGM.
Mayweather ganó con justicia, e impuso su ley, la de su poder de manos. En ese cuarto asalto Ortiz atacó a Mayweather, lo llevó contra las cuerdas, le soltó varios ganchos, pero perdió la razón al lanzar un descarado cabezazo. Floyd protestó el foul, y el réferi Joe Cortez le descontó al "Vicious" un punto. La pelea siguió, Víctor le ofreció disculpas a Mayweather, se abrazaron ligeramente, Ortiz bajó los brazos y entonces Floyd le metió tremendo gancho de zurda, Ortiz, mareado, volteó a ver al réferi como pidiendo foul, pero enseguida Mayweather le metió un derechazo cargado de dinamita y odio, que mandó totalmente noqueado al "Vicious" al piso. La caída del chicano fue dramática. Quiso levantarse, pero no pudo. No hubo nada ilegal en los golpes de Mayweather, porque el réferi había decretado que siguiera el combate. "Vicious" primero fue un villano, y luego un tonto al bajar las manos y desconectarse de lo que estaba sucediendo. En el pecado llevó la penitencia. Todo terminó al 1.59 del round definitorio.
Ortiz había ganado el primer round, pero en los episodios segundo y tercero los dominó Mayweather.
FUENTE: ESTO
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